La palabra mito se relaciona con cuentos, fábulas o con personas o cosas a las que se atribuyen cualidades, excelencias o características que no poseen, sin embargo son verdades para los que creen en ellos, son relatos conocidos por la comunidad que tratan de explicar las dudas que surgen en cada pueblo. En lo que a los mitos de la nutrición se refiere, podríamos decir que nos alimentamos de ellos desde pequeños, en la casa, con las amigas y amigos, con los vecinos, todos comentan sobre como alimentarnos, las nuevas dietas y los beneficios de los diferentes alimentos que consumimos a diario. La realidad es que muchos carecen de fundamento y tienden no sólo a confundirnos sino que también pueden hacer peligrar nuestra salud.
Analizaremos algunos de ellos:
1: El chocolate es una golosina muy perjudicial que debemos excluir de nuestra alimentación.
El chocolate contiene unas sustancias conocidas como flavonoides que ayudan a mantener el corazón sano, facilitan una buena circulación sanguínea y disminuyen la coagulación de la sangre, además, el cacao, materia prima de este dulce manjar, es un producto rico en sustancias antioxidantes que ayudan a reducir el daño de partículas tóxicas conocidas como radicales libres. A pesar de estas virtudes contiene alrededor de un 30 % de grasa, por lo que conviene consumirlo con moderación.
2: El huevo oscuro alimenta más que el blanco.
El color del huevo es determinado por la raza de la gallina, si una gallina es roja y tiene lóbulos rojos, sus huevos serán rojos, así como en una gallina blanca, sus huevos serán blancos y esto no altera ni varía la calidad nutricional ni el sabor.
3: No importa cuanto comemos, lo importante es no mezclar alimentos (hidratos y proteínas).
Esto suele afirmarse en las llamadas "dietas disociadas", sin embargo carece de fundamento científico ya que nuestro cuerpo se encuentra dotado de enzimas capaces de digerir los alimentos juntos o separados sin disminuir su actividad o eficiencia. Recordemos que cuanto más variada sea una comida más nutritiva será. La razón por lo que algunas personas pierden peso con estas dietas es porque la alimentación se torna monótona y aburrida y terminan comiendo menos.
4: Los conservantes son perjudiciales para la salud.
Sin los conservantes, la cadena alimenticia no sería tan segura como lo es en la actualidad. Las estrictas normativas aplicadas y los rigurosos controles científicos hacen que estos sean elementos seguros en nuestra dieta.
5: Para perder peso lo mejor es no comer hidratos de carbono (pan, cereales, azúcar, legumbres y pastas).
No olvidemos que los hidratos de carbono son nuestra principal fuente energética (y que deben aportar el 55 % del total delas calorías) y por otro lado aportan sólo 4 kcal/g a diferencia de las grasas (9 kcal/g). Una dieta con restricción de hidratos será rica en proteínas y grasas, lo que favorece al aumento de colesterol y ácido úrico.
6: Sólo el café contiene cafeína.
A diferencia de lo que muchos creen, este distinguido alcaloide no sólo se encuentra en el café. También está presente en forma natural en las hojas de té, los refrescos y las semillas de cacao, aunque en este caso en cantidades menores. Por otro lado a diferencia de lo que suele creerse el café descafeinado si bien la contiene en menor medida no está exento de ella.
7: Las mujeres embarazadas necesitan comer por dos.
Si bien las mujeres embarazadas necesitan consumir en los dos últimos trimestres 300 kcal más, lo importante no es comer mucho, sino comer bien o lo que es lo mismo no importa tanto la cantidad como la calidad.
8: Todos los productos light son bajos en calorías.
Un producto light es aquel al que se le ha reducido o eliminado alguno de sus componentes. No significa necesariamente que tenga pocas calorías, es el caso de margarinas, mayonesas, patés, chocolates, que pese a que pueden venderse como light, siguen aportando muchas calorías. Lo mejor será leer la etiqueta del alimentos y en caso de dudas consultar, ya que existe mucha publicidad engañosa al respecto.
9: Es necesario tomar suplementos vitamínicos para cubrir nuestras necesidades.
En la mayoría de los casos la cantidad de vitaminas y minerales que el cuerpo necesita para llevar a cabo sus funciones es muy pequeña por lo que a partir de una dieta equilibrada podemos satisfacer nuestros requerimientos tanto de vitaminas como de minerales, sin embargo, sí es recomendable el consumo de estos suplementos por mujeres embarazadas, lactando o en personas que padecen algún tipo de enfermedad en las que no se pueden absorber correctamente estos nutrientes, o cuando se hacen dietas para adelgazar de menos de 1400 Kcal.
10: Beber zumo de naranjas, pomelo o limón por las mañanas quema las grasas.
Ningún alimento tiene esa función, lo único que puede quemar la grasa es comer menos calorías de las que tu cuerpo necesita o hacer ejercicio. No obstante es muy saludable acompañar el desayuno con frutas y zumos por su importante aporte vitamínico.
11: Saltearse comidas ayuda a adelgazar.
Todas las investigaciones sobre el tema muestran que, en realidad, saltarse las comidas puede desencadenar una sobre compensación y una mayor ingestión de alimentos en la siguiente comida. Y no sólo eso, cuando nos saltamos una comida, el cuerpo compensa la pérdida de energía conservando lo ya ingerido y ralentizando el metabolismo.
12: Las dietas ricas en proteínas ayudan a adelgazar.
Las proteínas son fundamentales en una dieta equilibrada pero no adelgazan y deben ser consumidas con moderación (
13: Algunos alimentos son los responsables de que engordemos.
Esto no está científicamente demostrado y por otro lado, la obesidad es una enfermedad multifactorial por lo que no tiene sentido atribuirle su aparición a determinados alimentos, esto sólo contribuirá a empobrecer nuestra alimentación y no por ello hacerla más sana o más baja en calorías.
14: Las plantas medicinales al ser "naturales" son inocuas y nos ayudan a adelgazar.
Existe la creencia generalizada de que la fitoterapia como se realiza "a base de productos naturales" no tienen efectos adversos y no pueden ser perjudiciales. Esto no es así, deberían emplearse con la misma cautela que cualquier otro fármaco ya que algunas tienen numerosas contraindicaciones, pueden tener interacciones con otros fármacos y algunas carecen de datos preclínicos de seguridad. Si bien una amplia variedad suele emplearse para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad sólo una pequeña parte de la misma tiene tal indicación terapéutica.
15: La sal engorda.
La sal no engorda. La sal es un mineral y no tiene calorías, puede producir retención de agua en enfermedades como la insuficiencia cardiaca, renal o hepática, pero en personas normales no altera su peso.
16: El aceite de oliva no engorda.
Todos los aceites vegetales (oliva, girasol, maíz...) tienen las mismas calorías, que por cierto no son pocas 90 Kcal./10 cc por lo que no debemos excluirlo de la dieta, pero si consumirlos con moderación. El aceite de oliva, en concreto, tiene más efectos beneficiosos para la salud.
17: El pan integral engorda menos que el pan blanco.
Ambos aportan similar cantidad de calorías, pero es cierto que el integral tendrá el beneficio de aportarnos fibra y mayor cantidad de vitaminas y minerales provenientes del cereal entero.