España es uno de los países con mayor prevalencia de obesidad de toda Europa, una realidad que preocupa a los pediatras, empeñados en inculcar a las familias que «un niño gordo no es un niño sano».
María García-Onieva, miembro de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla-La Mancha, y participante en el congreso que se celebra estos días en Oviedo, defiende la necesidad de abordar de forma multidisciplinar el problema de la obesidad infantil para concienciar a las familias de la necesidad de introducir cambios en los hábitos de vida del niño, dirigidos a prevenir la aparición de sobrepeso y obesidad.
La pediatra, que confesó la sensación de cierto fracaso ante el incremento de una patología que está costando trabajo paliar, cifró en un 23% el porcentaje de población infantil con problemas de peso. «Uno de cada cuatro niños es obeso, lo que conlleva importantes problemas de salud en la edad adulta», aseguró. García-Onieva está convencida de que si no se consigue concienciar a las familias de la importancia de una nutrición sana, «veremos, por primera vez en muchos años, que los menores de hoy llegarán a vivir menos que sus padres».
Para frenar lo que considera un problema de tipo preventivo, recomienda conocer los menús escolares para ajustar la cantidad de calorías y garantizar un adecuado reparto nutritivo. La doctora rechaza, asimismo, la arcaica idea de las abuelas orgullosas de los niños pasados de peso y recomendó, dieta, ejercicio y apoyo psicológico para acabar con lo que puede convertirse en una enfermedad crónica.
En este contexto cabe señalar la iniciativa del Gobierno español para defender una alimentación saludable. Con ese objetivo este mismo mes se aprobó el anteproyecto de ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición que busca unificar todas aquellas leyes que están relacionadas con los alimentos y la nutrición.
Recientemente, el director de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición explicó que todavía el 50 por ciento de los comedores escolares no proporciona una alimentación saludable y equilibrada.
Insistió en que la alta tasa de sobrepeso y obesidad infantil obliga al Gobierno, a las autoridades sanitarias y a la sociedad en general, a adoptar las medidas oportunas que permitan reducir la incidencia denominada «epidemia del siglo XXI».
En Asturias, el 24 por ciento de los niños de 13 años son obesos. La información fue ofrecida recientemente por la pediatra Begoña Domínguez, presidenta de la Sociedad Asturiana de Pediatría, quien aseguró que los niños tienden más a la obesidad que las niñas. Además de la alimentación, las videoconsolas y la televisión son los otros responsables de la situación, añadió la doctora.