Hay una tendencia que tiene preocupados a los expertos en salud. Los niños pequeños están aumentando de peso cada vez más, Los expertos temen que los adolescentes terminen con exceso de peso y sean adultos con exceso de peso y problemas de salud.
Pero los padres tienen la forma de hacer algo al respecto. Después de todo, según algunos expertos, los padres son parte del problema.
"Los padres podrían estar contribuyendo a la epidemia de exceso de peso", señaló la Dra. Elsie Taveras, profesora asistente de pediatría de Harvard Pilgrim Health Care y de la facultad de medicina de la Harvard, que ha investigado sobre el tema.
Naturalmente, no lo hacen intencionalmente, advierte Taveras. El punto es no hacer que los padres se sientan culpables de contribuir a los problemas de salud de sus hijos, dijo, sino de hacer que lo sepan, porque la tendencia va por el camino equivocado.
Un estudio reciente publicado en Obesity halló que, actualmente, los bebés estadounidenses de hasta seis meses de edad tienen 59 por ciento más probabilidades de tener exceso de peso que los nacidos hace veinte años.
En su investigación, Taveras descubrió que los bebés que aumentan de peso rápidamente en la vida se enfrentan a problemas para cuando comienzan a aprender a caminar.
"Lo que hallamos fue que los niños que más aumentaron de peso y más rápido durante los primeros seis meses de vida estaban en mayor riesgo de obesidad para los tres años", aseguró Taveras. Se informó sobre su estudio en Pediatrics.
Una solución, dijo, es que los padres presten más atención a las señales de sus bebés y le pidan ayuda a su pediatra si no están seguros de cómo interpretar esas señales.
"Retirar la cabeza del biberón es una manera como el bebé señala que ya terminó". Pero esa señal con frecuencia se pasa por alto.
Una manera de remediarlo, sugiere, es que los padres eviten alimentar a sus bebés mientras ven televisión. "Podrían estarle prestando más atención al televisor", dice. "Es mejor que sea un momento íntimo".
También podría haber mitos en juego, pues algunas culturas siguen creyendo que un bebé gordo es un bebé sano.
Pero la relación de los padres con el peso de sus hijos comienza mucho antes del nacimiento, quizá incluso antes del embarazo.
En su informe en Maternal and Child Health Journal, los investigadores hallaron que las mujeres que comienzan el embarazo con un peso normal pero aumentan más de 11 a 16 kg (25 a 36 lb) incrementan el riesgo de que su hijo tenga exceso de peso para los tres años.