Los autores hallaron que, entre los menores de 7 años, la cantidad de tiempo mirando publicidades de televisión estaba asociado con el aumento de peso en los siguientes cinco años.
El estudio demuestra que sólo "la exposición a las publicidades comerciales está asociada con la obesidad". Los motivos serán los efectos de la penetrante publicidad de alimentos en la televisión comercial", según el autor principal, doctor Frederick J. Zimmerman, de la University of California en Los Angeles.
"Los programas educativos promueven la salud y el buen desarrollo, mientras que la televisión comercial está asociada con mentes y cuerpos flojos".
Gran cantidad de los alimentos publicitados en televisión son "altamente procesados y llenos de calorías vacías", es decir, calorías sin valor nutricional.
El investigador informa que los padres podrían reducir el riesgo de obesidad en sus hijos si disminuyen la exposición a esos anuncios comerciales, sin tener que prohibirles todos los programas de televisión.
Los resultados, publicados en American Journal of Public Health, surgen de evaluaciones de 2.037 niños en un estudio realizado entre 1997 y el 2002.
Al inicio de la investigación, cuando los niños tenían 12 años o menos, los padres respondieron cuestionarios y llevaron un diario con las actividades de los niños, incluidas las horas frente al televisor, un día escolar cualquiera y un día de fin de semana al azar. Las evaluaciones se repitieron en el 2002.
El equipo halló que en los menores de 6 años al inicio del estudio, cada hora de exposición a publicidades televisivas en 1997 estaba asociada con un aumento levemente mayor que el promedio del índice de masa corporal (IMC) en el 2002. El IMC es un cálculo de la relación entre el peso y la altura que permite determinar si una persona es obesa o no.
Entre los niños mayores de 7 años al inicio del estudio, la exposición a la televisión comercial estaba asociada con el IMC.