"Ahora que la obesidad infantil ya no es algo aislado (en 15 años y sólo en España ha pasado del 5% al 16%), se ha visto que hay una relación entre el peso y la menarquia" .
"Las niñas gorditas, especialmente si llegan muy pronto a los 45 kilogramos, pueden llegar a tener su primera regla incluso a los nueve años, es decir, que se llegan a desarrollar hasta 3 años o más antes que las niñas con peso normal", indica Basilio Moreno Esteban, presidente de la Fundación para el Estudio de la Obesidad y jefe clínico de Endocrinología del hospital Gregorio Marañón de Madrid.
Un estudio español ha demostrado científicamente en modelos animales (ratas y ratones) el mecanismo fisiopatológico por el que un aumento excesivo de peso precipitaría la primera regla. Esta investigación demuestra que el bloqueo de las kisspeptinas, hormonas que regulan el eje reproductor, podría ayudar a retardar el desarrollo sexual precoz en niñas con sobrepeso.
"Se ha visto que si bloquean las kisspeptinas, segregadas por el hipotálamo, que es una estructura pequeña y muy importante alojada en la base posterior del cerebro, se retrasa la pubertad".
El aumento relevante de peso en la edad de la pubertad en las niñas ("como llegar tempranamente a los 48 kilogramos") está relacionado necesariamente con el incremento de tejido adiposo, es decir, de grasa, no de masa muscular u ósea. Es decir, las niñas no se hacen más fuertes.
Se demuestra de esta forma, que la materia grasa tiene una relación clara con la producción de hormonas.