Los hallazgos podrían ayudar a los más viejos o a los más enfermos que pierden interés por comer.
El valor de la investigación es que podría darle a los proveedores de atención de la salud más ideas y ayudarles a entender mejor el proceso para incrementar las opciones potenciales para los pacientes que no pueden usar la actividad física para normalizar o mejorar su apetito.
Aseguran que la risoterapia (Laughercise), como se refieren a las carcajadas de alegría, estimula el sistema inmunitario.
En el estudio, Berk y sus colegas reclutaron a 14 voluntarios para que vieran distintos tipos de video, divertidos o preocupantes, durante un período de tres semanas.
Los que vieron videos divertidos experimentaron cambios en los niveles hormonales que están relacionados con más apetito.
Los cambios son similares a los experimentados por las personas que hacen ejercicio moderado.
"Finalmente estamos comenzando a darnos cuenta de que nuestros comportamientos y emociones cotidianos modulan de muchas maneras nuestros organismos".