Se sabe que la comida muy grasa, no es buena para el corazón, pero además un estudio reciente, sugiere ahora que las comidas de este tipo también podrían afectar la función pulmonar.
Investigadores australianos examinaron el asma de los pacientes antes y después de una comida rica en grasa o después de una comida baja en grasa, y hallaron que las comidas ricas en grasa incrementaron la inflamación y la función pulmonar reducida.
Es el primer estudio en examinar los efectos de un reto de grasa elevada sobre la inflamación de las vías respiratorias.
Los resultados preliminares demuestran que 4 horas después del consumo de comidas desafiantes, los sujetos que consumieron comidas ricas en grasa presentaron un aumento en la inflamación de las vías respiratorias. También presentaron una respuesta impedida a los medicamentos para el asma, señaló la autora líder del estudio, Lisa Wood, catedrática de ciencias biomédicas y farmacia del Instituto Médico Hunter de New Lambton.
"Si estos resultados se pueden confirmar en investigaciones posteriores, quiere decir que las estrategias dirigidas a reducir la ingesta diaria de la dieta podrían ser útil para la gestión del asma".
La prevalencia de asma se ha incrementado significativamente durante las décadas recientes y un factor que se ha relacionado con ese aumento es la dieta occidental típica rica en grasa.
La grasa de la dieta puede activar una respuesta inmunitaria y causar inflamación por todo el organismo, pero los efectos específicos sobre las vías respiratorias no habían sido estudiados anteriormente.
Para el estudio, se reclutaron 30 personas que no eran obesas y que tenían asma así como 16 adultos obesos. Los voluntarios que no eran obesos fueron seleccionados al azar para recibir una comida rica o baja en grasa. A todos los participantes obesos del estudio se les suministró una dieta rica en grasa.
La comida rica en grasa estaba compuesta por hamburguesas de comida rápida y papas picadas fritas. Las comidas contenían cerca de 1000 calorías, incluidos 60 gramos de grasa. Eso implica que cerca de 50 % de la comida provenía de la grasa. Una comida normal no debería contener más de 25 a 35 % de las calorías de la grasa.
La comida baja en grasa contenía yogur bajo en grasa. Esa comida tenía 200 calorías y contenía un 13 % de grasa.
Se tomaron muestras de esputo al comienzo del estudio y otra vez 4 horas después de la comida. Además, la función pulmonar se examinó en ambos momentos.
Los investigadores hallaron que los marcadores de inflamación de las vías respiratorias se incrementaron significativamente entre los que consumieron la comida rica en grasa.
También hallaron que la función pulmonar también resultó afectada.
Además, la gente que recibió la comida rica en grasa que luego uso su inhalador con medicamento para el asma, apenas vio un aumento de un 1% en su función pulmonar. Los que consumieron la comida baja en grasa vieron un aumento de 4.5 % en la función pulmonar luego de usar su medicamento.
Los investigadores no saben exactamente por qué el organismo parece responder a una comida rica en grasa de esta manera, pero dijeron que el sistema inmunitario podría estar reconociendo la grasa saturada como patógeno invasor, que suscita la inflamación.
Los investigadores aún no saben cuánto pueden durar estos efectos, pero informan, que si alguien consume alimentos ricos en grasa todos los días podría estar experimentando estos efectos durante varias horas al día.