La capsicina, es la molécula del ají que produce su picor y hoy indispensable herramienta en la investigación farmacológica del dolor, pues a su efecto doloroso le sigue una respuesta analgésica.
Además de reducir la transmisión del dolor, la capsicina también aumenta la producción de la enzima colagenasa y de prostaglandinas, reduciendo tanto el dolor como la inflamación.
El ají también produce descarga de endorfinas, como defensa ante un episodio doloroso. Estas sustancias además de sus diversos efectos analgésicos y de tolerancia al dolor brindan un excelente sabor a sus comidas.
Los condimentos y saborizantes mas utilizados en nuestros días cambian el sabor de lo que comemos. Es imposible percibir el sabor de la carne cuando se le agrega Ketchup, Mostaza. Mayonesa, salsa criolla y otros no agregan sabor saludable, solo sabor.
En este caso el merkén no solo proporciona un buen sabor a las comidas sino que proporciona la oportunidad de mejorar nuestra salud.
Propiedades del Ají, su protagonista
El ají (Capsicum annuum L.) es una hortaliza que tiene su centro de origen en las regiones tropicales y subtropicales de América, probablemente en el área Bolivia-Perú, donde se han encontrado semillas de formas ancestrales de más de 7.000 años, y desde donde se habría diseminado a toda América, y luego al resto del mundo.
En líneas generales, el ají destaca por su alto contenido de ácido ascórbico, valor que incluso es superior al de los cítricos; los ajíes presentan un valor casi 10 veces más alto de vitamina A que los pimientos.
- Aderezo directo para salpimentar platos
- Incluidos en modernas creaciones con atún, cordero, cerdo o pato
- Platos con mariscos o pescado,
- Estofados, empanadas, purés
- Cebiches y tártaros
- Quesos de vaca o cabra
- Maní salado o aceitunas
- Papas doradas y verduras salteadas