Se ha realizado en una muestra representativa de 26.691 personas de 15 años o más en los 27 Estados miembros; entre el 9 y el 30 de junio de 2010.
Cuando se les pregunta por la percepción que tienen de los alimentos, la mayoría de los encuestados asocian en buena medida la alimentación y la comida con el placer, como seleccionar alimentos frescos y sabrosos (58 %) o el disfrute de una comida con los amigos o la familia (54 %).
Menos de la mitad de los encuestados (44 %) centran su preocupación en buscar precios asequibles o satisfacer el hambre. Muy pocos se muestran preocupados por la seguridad de los alimentos (37 %) o por cuestiones nutricionales, como controlar las calorías y nutrientes (23 %).
Situados ante otros posibles riesgos, son proporcionalmente más los ciudadanos europeos que señalan que es más probable que les afecte personalmente la crisis económica (20 %) o la contaminación (18 %) que el hecho de que la comida perjudique a su salud (11 %).
Preguntados por su reacción ante las informaciones sobre cuestiones alimentarias de los medios de comunicación o de Internet, aproximadamente la mitad afirmaron que no tienen en cuenta esas noticias o que les preocupan pero que eso no cambia sus hábitos alimentarios.
Parece que la tendencia a ignorar la información sobre dietas y problemas de salud (29 %) es mayor que la de ignorar los riesgos relacionados con la seguridad (24 %).
El 80 % de los encuestados españoles expresaron su preocupación por la calidad y la frescura de los alimentos, seguido con un 66% que lo hicieron por la presencia de residuos de pesticidas en frutas, verduras o cereales y con un 65 % por la presencia de residuos de antibióticos u hormonas en la carne y de contaminantes, como el mercurio en el pescado o las dioxinas en el cerdo.
INFORME DE LA ENCUESTA