Se aplicó esta dieta para demostrar que en cuestiones de pérdidas de peso lo que importa son las calorías y no el valor nutricional de la comida.
En contra de lo que podría parecer lógico, Haub comió pasteles, chips, cereales azucarados y galletas, pero hasta un límite de 1.800 calorías diarias en vez de las 2.600 calorías que le corresponderían por su altura y peso.
Para completar su dieta, Haub también tomó una pastilla multivitamínica al día, un batido con proteínas y algunas verduras.
Pero dos tercios de su alimentación diaria procedieron de la llamada "comida basura".
Haub no sólo perdió más de 12 kilos de peso gracia a esta dieta de alimentos azucarados sino que sus niveles de colesterol malo se redujeron un 20 % y los del colesterol bueno aumentaron en el mismo porcentaje.
Otros expertos señalaron que la razón por la que algunos de los indicadores de salud de Haub mejoraron es simplemente porque perdió peso. Y el sobrepeso es lo que eleva el riesgo presión sanguínea elevada, diabetes y colesterol.
El propio Profesor reconoce y afirma que este tipo de dietas no es recomendable simplemente porque "no hay bastante información".
Esperemos que no ayude a la desinformación y el desconocimiento, que hoy en día existe.
Nutrineira recuerda, que para tener un peso óptimo, no existe otra dieta que alimentarse de forma saludable y equilibrada, con alimentos naturales y con el acompañamiento del ejercicio físico regular.