El gruñido estomacal, que se origina en el estómago y en el intestino delgado, puede ser explicado viendo como funciona el sistema digestivo.
El sistema digestivo es un tubo largo que empieza en la boca y que termina en el ano. Este tubo se conecta con los órganos y los pasadizos que juegan papeles importantes en la digestión.
En este, el alimento se adentra a través de ondas y contracciones musculares que mueven y empujan los contenidos de forma continua hacia abajo en un proceso denominado peristalsis.
Además de mover su comida a lo largo de la ruta digestiva, estas contracciones también ayudan a batir el alimento, los líquidos y los diferentes jugos gástricos, produciendo un mezcla llamada bolo alimenticio.
El gruñido estomacal es el resultado de este proceso.
Durante el movimiento de esos ingredientes sólidos y líquidos se producen gases y aire.
Todos estos ingredientes son empujados y descompuestos en elementos más pequeños de fácil absorción, pero también son apretadas las burbujas de aire y gas y creados esos sonidos que escuchamos.
Los gruñidos estomacales suceden todo el tiempo –no solo cuando tenemos hambre– pero si existe alimento en su estómago o intestino delgado, el gruñido es silenciado.
Pero se preguntará – si su estómago está vacío, ¿porqué aparecen contracciones musculares de digestión?
La razón tiene que ver con el hambre y el apetito. Después de 2 horas de haberse vaciado, su estómago empieza a producir hormonas que estimulan a los nervios locales para enviar un mensaje al cerebro. El cerebro responde ordenando a los músculos digestivos a empezar el proceso de la peristalsis.
Ocurren dos cosas.
Primero, las contracciones barren los restos de alimentos que quedan por ahí.
Segundo, las vibraciones de un estómago vacío le provocan hambre. Las contracciones musculares vendrán y se irán cada hora, generalmente durando de 10 a 20 minutos, hasta que vuelva a comer.