Algunos datos habían apuntado a una ausencia aparente de alimentos vegetales en la dieta neandertal. Se pensaba que los neandertales comían sobre todo carne y, por tanto, eran superados por los primeros humanos modernos que ganaban más calorías en el mismo entorno al adaptarse a la alimentación marina y vegetal.
Pero un estudio reciente ha demostrado que los neandertales no consumían únicamente carne.
Los microfósiles vegetales (fitolitos y granos de almidón) atrapados en los dientes fósiles de neandertales del norte de Europa e Irak demuestran que estos homínidos cocinaban de forma regular y consumían una variedad de plantas disponibles en su entorno. Algunas de ellas forman parte de las dietas humanas actuales, como los dátiles de palmeras (Phoenix spp.), legumbres y semillas de gramíneas (Triticeae).
Según los investigadores, los artefactos de piedra hallados en los yacimientos no indican que los neandertales usaran herramientas para moler o triturar las plantas, por lo que los expertos no aseguran que practicaran la agricultura.
Sin embargo, el estudio ha identificado una alteración en el almidón de las semillas, un signo distintivo de la cocción. Es decir, los neandertales transformaban las plantas para convertirlas en alimentos más digeribles, lo que pone de manifiesto que invertían tiempo y trabajo en mejorar las cualidades nutricionales de los alimentos vegetales.