"Sabemos que las comidas de los
restaurantes han aumentado de tamaño en los últimos 20 años, y teníamos
algo de evidencia de que muchos clientes de restaurantes pensaban que las
comidas de estos lugares eran demasiado abundantes", afirma el
investigador Jason Riis, profesor asistente de administración de empresas de la
Facultad de Negocios de la Universidad de Harvard, en Boston.
Un estudio reciente sugiere que cuando se les plantea, muchos clientes de restaurantes están fácilmente dispuestos a que su comida tenga un menor tamaño.
En el estudio se pidió a las personas que tomaran porciones más pequeñas, incluso sin
descuento, y estuvieron dispuestas a hacerlo.
- La porción más pequeña se ofreció en un acompañamiento, que con frecuencia se hace de mayor tamaño para dar la apariencia de valor añadido.
"Para los restaurantes, añadir un
poco más de comida es muy barato. Los ingredientes no son la mayor parte de sus
costos. Aumentar el tamaño es una forma barata de incrementar la percepción del
valor.
"Muchas personas saben que comen
demasiado".
Pero la mayoría de personas no tienen
fuerza de voluntad.
"Una vez la comida está en el plato, nos la
comemos. Ya es demasiado tarde para el autocontrol. Tenemos que trabajar más
para servir la cantidad adecuada de comida. El cliente tiene cierta
responsabilidad, pero los restaurantes también".
Los restaurantes pueden reducir las
porciones, y las personas también pueden pedir porciones más pequeñas. "No
tenga miedo de pedir porciones del tamaño adecuado", sugieren el investigador del estudio.
Para el estudio, el equipo de Riis pidió
a los camareros de un restaurante chino de comida rápida que ofrecieran a los
clientes la mitad de las porciones de arroz o fideos, a veces por menos dinero,
pero en otras ocasiones sin un descuento.
- Los investigadores hallaron que entre 14 y 33 % de los clientes aceptaron la oferta de una porción más pequeña, independientemente de si recibían o no un descuento de 25 centavos.
- La mayoría de personas no pidieron más comida para compensar por la porción más pequeña. En promedio, las porciones más pequeñas eliminaron más de 200 Kcal. de la comida.
- Reducir el tamaño de la porción tampoco cambió la cantidad de comida que se dejaba en el plato, así que realmente se ahorró calorías.
- Tener conteos de calorías en el menú tampoco planteó una diferencia en las elecciones de los consumidores. "Si acaso, la oferta de reducir el tamaño de la porción fue menos eficaz para cambiar los patrones de pedido de los clientes si se contaba con la información calórica".
Samantha Heller, dietista,
nutricionista, fisióloga del ejercicio y coordinadora de nutrición clínica del
Centro para la Atención del Cáncer del Hospital Griffin en Derby, Connecticut,
comentó que "la investigación sugiere que los clientes comen comidas sanas
con más frecuencia si el menú las presenta de forma prominente".
"Comer unos cientos de
calorías menos por día puede acumularse en una pérdida de peso significativa
con el tiempo.
Usemos el estudio actual para iniciar una nueva tendencia en los
restaurantes: ayudar a la gente a ayudarse a sí misma simplemente al presentar
alimentos sanos en el menú y preguntando a los clientes si desean porciones más
pequeñas".
El sentido común se puede reactivar con una sencilla sugerencia,
preguntar a la gente si quizás desea comer menos.