domingo, 26 de febrero de 2012

LAS PERSONAS QUE COMEN EN RESTAURANTES CON FRECUENCIA ELIGEN PORCIONES DE MENOR TAMAÑO, SI SE LES INSTA A ELLO

"Sabemos que las comidas de los restaurantes han aumentado de tamaño en los últimos 20 años, y teníamos algo de evidencia de que muchos clientes de restaurantes pensaban que las comidas de estos lugares eran demasiado abundantes", afirma el investigador Jason Riis, profesor asistente de administración de empresas de la Facultad de Negocios de la Universidad de Harvard, en Boston.


Un estudio reciente sugiere que cuando se les plantea, muchos clientes de restaurantes están fácilmente dispuestos a que su comida tenga un menor tamaño.

En el estudio se pidió a las personas que tomaran porciones más pequeñas, incluso sin descuento, y estuvieron dispuestas a hacerlo.
  • La porción más pequeña se ofreció en un acompañamiento, que con frecuencia se hace de mayor tamaño para dar la apariencia de valor añadido.

"Para los restaurantes, añadir un poco más de comida es muy barato. Los ingredientes no son la mayor parte de sus costos. Aumentar el tamaño es una forma barata de incrementar la percepción del valor.
"Muchas personas saben que comen demasiado".
Pero la mayoría de personas no tienen fuerza de voluntad.
"Una vez la comida está en el plato, nos la comemos. Ya es demasiado tarde para el autocontrol. Tenemos que trabajar más para servir la cantidad adecuada de comida. El cliente tiene cierta responsabilidad, pero los restaurantes también".
Los restaurantes pueden reducir las porciones, y las personas también pueden pedir porciones más pequeñas. "No tenga miedo de pedir porciones del tamaño adecuado", sugieren el investigador del estudio.
Para el estudio, el equipo de Riis pidió a los camareros de un restaurante chino de comida rápida que ofrecieran a los clientes la mitad de las porciones de arroz o fideos, a veces por menos dinero, pero en otras ocasiones sin un descuento.
  • Los investigadores hallaron que entre 14 y 33 % de los clientes aceptaron la oferta de una porción más pequeña, independientemente de si recibían o no un descuento de 25 centavos.
  • La mayoría de personas no pidieron más comida para compensar por la porción más pequeña. En promedio, las porciones más pequeñas eliminaron más de 200 Kcal. de la comida.
  • Reducir el tamaño de la porción tampoco cambió la cantidad de comida que se dejaba en el plato, así que realmente se ahorró calorías.
  • Tener conteos de calorías en el menú tampoco planteó una diferencia en las elecciones de los consumidores. "Si acaso, la oferta de reducir el tamaño de la porción fue menos eficaz para cambiar los patrones de pedido de los clientes si se contaba con la información calórica".

Samantha Heller, dietista, nutricionista, fisióloga del ejercicio y coordinadora de nutrición clínica del Centro para la Atención del Cáncer del Hospital Griffin en Derby, Connecticut, comentó que "la investigación sugiere que los clientes comen comidas sanas con más frecuencia si el menú las presenta de forma prominente".
"Comer unos cientos de calorías menos por día puede acumularse en una pérdida de peso significativa con el tiempo. 
Usemos el estudio actual para iniciar una nueva tendencia en los restaurantes: ayudar a la gente a ayudarse a sí misma simplemente al presentar alimentos sanos en el menú y preguntando a los clientes si desean porciones más pequeñas".
El sentido común se puede reactivar con una sencilla sugerencia, preguntar a la gente si quizás desea comer menos.