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sábado, 4 de febrero de 2012

PORCIONES MÁS PEQUEÑAS AYUDAN A EQUILIBRAR LA ALIMENTACIÓN DEL NIÑO

 
Un estudio demuestra que reducir el tamaño de las porciones del plato principal del almuerzo de los preescolares permite agregarles más frutas y verduras como acompañamiento 
y que consuman menos calorías totales.

Estos resultados les proporcionan a los padres otra estrategia para alentar a sus hijos a ingerir más verduras, mientras la obesidad infantil sigue aumentando y la población infantil no consume las porciones de frutas y verduras recomendadas.
Según Sara Sweitzer, especialista en nutrición de la Universidad de Texas, "si los niños quedan satisfechos con la entrada, seguramente dejarán para el final las verduras y las frutas".
En un establecimiento preescolar de Pensilvania, un equipo les sirvió a 17 niños, 6 variedades del mismo almuerzo un día por semana.
Las comidas incluían distintas cantidades de menos de la mitad de una taza y media de fideos con queso como plato principal, junto con una gran cantidad de guisantes y puré de manzanas sin azúcar, más un poco de granos integrales y leche.
  • Los preescolares comieron casi toda la porción pequeña de fideos con queso, con unas 145 Kcal. Pero también comieron casi todas las porciones más grandes y sumaron 390 Kcal. del plato principal.
  • Cuando se les sirvió la entrada más pequeña, los niños comieron casi la mitad de los acompañamientos saludables, incluidas las frutas y las verduras, comparado con apenas un cuarto cuando recibían la porción más grande de fideos con queso.

  • La cantidad total de calorías que los niños consumieron en el almuerzo también varió según el tamaño de la entrada: 506 Kcal. con la porción más grande y 315 Kcal. con la porción más pequeña.
  • Uno de los problemas más comunes,  es que los padres organizan el canasto de la comida de sus hijos con un plato principal demasiado grande, en parte porque les preocupa que sus hijos tengan hambre.

"La porción completa de fideos con queso es adecuada para el almuerzo de un adulto, pero no para un niño", dijo. Y agregó que un niño de 4 años no toma decisiones saludables en esa situación.
"Si un niño tiene la opción de comer gran cantidad de la entrada que más le gusta, lo hará hasta estar satisfecho. Cuando llegue al punto de saciedad, dejará de comer".
Sweitzer aconsejó que los padres y los hermanos mayores les den el ejemplo a los más pequeños al elegir "snacks" saludables y consumir más acompañamientos nutritivos en las comidas.