Una investigación reciente, liderada por la Dra. Meghana Gadgil de la Universidad de Johns Hopkins (Baltimore, EEUU), afirma que la grasa
insaturada de alimentos como el aguacate, el aceite de oliva y los frutos secos
aumenta la capacidad del organismo de utilizar la insulina.
"Una acción reducida
de la insulina puede llevar a la diabetes, un factor de riesgo de la enfermedad cardíaca".
Se examinaron 3 tipos distintos de dietas equilibradas que consumieron 164 personas
hipertensas pero que no tenían diabetes. Las tres dietas eran ricas en carbohidratos, proteínas o grasas
insaturadas como las del aceite de oliva.
Los participantes consumieron cada una
de las 3 dietas por 6 semanas de seguido, con 2 a 4 semanas de
descanso entre cada dieta. Se usaron muestras de sangre para monitorizar los
niveles de insulina y glucosa.
La dieta rica en grasas insaturadas
mejoró el uso de insulina significativamente más que la dieta rica en
carbohidratos, que contenía carbohidratos refinados como pasta y pan blanco.
Este efecto beneficioso de la dieta de
grasa insaturada ocurrió a pesar de que los participantes no perdieron peso.
"Muchos estudios anteriores han observado cómo
el cuerpo mejora el uso de la insulina cuando se pierde peso", pero con este estudio se observó como el peso se mantenía estable para
poder aislar los efectos de los macronutrientes.
Los investigadores dijeron que los
hallazgos muestran que los cambios dietéticos pueden mejorar la salud cardiaca
entre los que están en riesgo de enfermedad cardiovascular, aunque no pierdan
peso.