Este artículo es una comunicación actual de EUFIC
(Consejo Europeo de Información sobre Alimentación).
Cuando el cuerpo no obtiene la cantidad adecuada de
energía, proteínas, vitaminas y otros nutrientes necesarios para mantener la
salud y el funcionamiento normal de los órganos, hablamos de malnutrición.
El término "malnutrición" suele evocar
imágenes de inanición, asociadas, por lo común, con los países en vías de
desarrollo. No solemos darnos cuenta de que también existen estados nutritivos
deficientes en regiones del mundo donde abunda la comida.
Desde la OMS se define la "Malnutrición" como “el desequilibrio entre el
suministro de nutrientes y de energía a nivel celular y la demanda o necesidad
que el cuerpo tiene de los mismos para asegurar el crecimiento, el
mantenimiento y las diversas funciones concretas.
Puede afectar tanto a personas obesas y con sobrepeso, pero en este artículo se refiere específicamente a
quienes están malnutridos a causa de la desnutrición.
La pérdida de
nutrientes puede verse acelerada por diferentes causas como, entre otras:
diarrea, disfunción intestinal grave, quemaduras, sudoración excesiva,
hemorragias intensas, alteración de la función renal (o insuficiencia renal).
De igual modo, la ingesta de nutrientes puede verse limitada por enfermedades,
dietas radicales, lesiones graves, hospitalizaciones prolongadas, o por el
consumo excesivo de sustancias como alcohol o drogas.
En función de los
nutrientes deficitarios o que se consuman en exceso, pueden aparecer diferentes
alteraciones, pero hay algunos síntomas generales comunes, como la fatiga,
mareos y pérdida no intencionada de peso.
Cada año, 6 millones de niños mueren de
hambre a causa de la malnutrición asociada a la desnutrición.
El bajo peso al
nacer y el insuficiente crecimiento intrauterino ocasionan 2,2 millones de
muertes infantiles al año; por su parte, la ausencia de lactancia o la
lactancia deficiente conllevan otros 1,4 millones de muertes.
- En Europa se calcula que 33 millones de personas presentan riesgo de malnutrición.
Hasta un tercio de los
pacientes hospitalizados y atendidos en residencias corren riesgo de
desnutrición, al igual que el 10% de las personas mayores de 65 años.
- Los ancianos que viven solos en casa o en residencias de ancianos son especialmente vulnerables.
- las personas que padecen enfermedades crónicas,
- las personas pobres o que sufren exclusión social
- las personas recientemente dadas de alta de hospitales
- los individuos que están en fase de crecimiento rápido, como los lactantes y los adolescentes
- las mujeres embarazadas, tienen mayores necesidades nutricionales que otras personas, y por ello son más sensibles a los efectos de una nutrición deficiente.
- Los bebés prematuros constituyen un grupo de alto riesgo, y pueden necesitar quintuplicar o sextuplicar su peso para ser dados de alta del hospital.
La malnutrición puede reducir
la respuesta inmunitaria, y eso puede provocar un mayor riesgo de infecciones,
una cicatrización deficiente de las heridas, retraso en en la recuperación de
enfermedades y hospitalizaciones prolongadas. Otras consecuencias
son la alteración del funcionamiento muscular, una peor calidad de vida,
aumento de la mortalidad, y aumento del uso y de los costes sanitarios.
Se dispone de diversas
herramientas de evaluación que ayudan a detectar el riesgo de malnutrición. Una
de las herramientas de evaluación mejor conocidas, desarrollada en el Reino
Unido, se denomina “Malnutrition Universal Screening Tool” (MUST, por sus
siglas, o “Herramienta universal para la evaluación de la malnutrición”).
Otra herramienta es “Screening Tool for the
Assessment of Malnutrition in Paediatrics” (STAMP, por sus siglas, o
“Herramienta para la evaluación de la malnutrición infantil”).
- En estudios en el Reino Unido y en los Países Bajos se ha hallado que alrededor de 1 de cada 4 pacientes corre riesgo de desnutrición en el momento de ingresar en el hospital, y que muchos más no son diagnosticados, a causa de una evaluación inadecuada.
- De igual modo, en el proyecto “nutritionDay” (“Día de la Nutrición”), en el cual se encuestaron a miles de pacientes de hospitales de toda la UE, se halló que menos de la mitad de los pacientes ingirieron todas las comidas que se les daban en sus estancias en los hospitales.
Los niveles de concienciación respecto
a los problemas nutricionales y conocimiento de los profesionales sanitarios entre quienes
proporcionan atención sanitaria son bajos. La malnutrición sigue siendo escasamente
reconocida y no se la trata adecuadamente desde el punto de vista médico, pese
a que existen pautas de tratamiento. Además, a menudo el tratamiento
nutricional no está incluido en los presupuestos de la atención sanitaria ni de
los servicios sociales.
En la UE, el coste del
tratamiento de los pacientes que padecen malnutrición asociada a enfermedades
es elevado: aproximadamente el doble de lo que cuesta tratar la obesidad y sus
consecuencias.
Aunque puede haber estrategias
en vigor para la prevención de la desnutrición, lo cierto es que se suele
ignorar el apoyo nutricional como herramienta terapéutica de importancia para
el tratamiento de los pacientes.
Soluciones para quienes
padecen malnutrición
En un paciente con malnutrición crónica, puede no ser suficiente una dieta equilibrada que proporcione la energía y los nutrientes necesarios para una persona sana, ya que, para que el paciente recupere un estado nutricional adecuado, puede ser necesario aumentar los aportes nutricionales por encima de los establecidos para personas sanas y bien nutridas.
En estos casos se puede
complementar la dieta con suplementos nutricionales por vía oral (SNO), que son
productos ricos en energía y nutrientes regulados y clasificados en la UE como
“alimentos destinados a usos médicos especiales”.
Una ingesta de entre 200 y
400 mililitros de los "SNO" puede contribuir sustancialmente a satisfacer los
requerimientos de energía, proteína y otros componentes importantes, como las
vitaminas.
Disminuyendo el
problema de la malnutrición en Europa se conseguirá, a largo plazo, reducir los
costes de la atención sanitaria y mejorar la calidad de vida de muchas
personas.
*Cortometraje “Malnutrition – Another Weight Problem” (“La malnutrición: otro problema de
peso”) .
Realizado por "Nutrición Clínica y el
Metabolismo" (ESPEN, por sus siglas en inglés), la Alianza Europea de Nutrición
para la Salud (ENHA, por sus siglas en inglés) y el “Medical Nutrition
International Industry group” (MNI, por sus siglas, o “Grupo Industrial
Internacional de Nutrición Médica”).