Este concepto se refiere a que debemos comer la misma cantidad de energía
que gastamos, no se trata sólo de ingesta calórica, sino de gasto calórico.
Nos despertamos, nos bañamos, desayunamos
(si nos da tiempo), vamos al trabajo, etc. Y puede que hagamos algo de
ejercicio al final del día, aunque no todos los días de la semana. Con el
tráfico y el cansancio después de un complicado día de trabajo, lo que menos se
quiere hacer al llegar a casa es hacer ejercicio. Así suelen ser las jornadas
de muchas personas en estos tiempos acelerados.
Nuestros hábitos alimenticios y de
actividad física han inclinado nuestro balance energético hacia el lado más
desfavorable.
El balance energético o equilibrio energético se refiere simplemente a que
debemos comer la misma cantidad de energía que gastamos.
Conocer el concepto de balance energético y aplicarlo a nuestras
vidas es quizá el factor más importante para mantener una buena salud y una
buena figura.
Cuando se trata de mantener un peso
adecuado durante toda una vida, es fundamental saber que todas las calorías
cuentan”.
La Organización Mundial de la Salud
reveló en 2011 que “la causa fundamental
del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías
consumidas y gastadas” nos podemos dar cuenta de dos cosas: la obesidad
apunta a un problema de salud pública y algo está pasando con el balance
energético.
Una caloría es una
medida de cantidad de energía, que define eso, cantidad, mas no a un tipo de
energía.
La caloría es la cantidad de energía calorífica necesaria para elevar 1
grado Celsius la temperatura de 1 gramo de agua pura, desde 14.5°C a 15.5°C, a una presión
normal de una atmósfera.
Ahora bien, una
caloría (cal) equivale exactamente a 4.1868 julios (J). Cuando hablamos de la
energía gastada por los seres humanos y la energía que hay en los alimentos, nos
referimos a kilocalorías (kcal) o
kilojulios, aunque coloquialemnte sólo dicen calorías.
Para mantener el balance energético comienza sabiendo que uno debe fijarse
en la cantidad de kilocalorías.
El balance energético no se trata sólo de
ingesta calórica, sino de gasto calórico.
Para tener un buen balance energético hay que gastar las calorías,
pero cuidado: no se trata de gastar más kilocalorías, sino de gastarlas mejor.
Podemos tener un balance neutro, positivo y negativo.
El balance neutro es el que gasta las mismas kilocalorías que
se consumen.
El balance energético positivo es cuando se come más de lo que
se gasta: se incrementa el peso.
El balance energético negativo es cuando gastas más energía de
lo que comes: adelgazas, pero también se corre cierto riesgo de desnutrición.
No sólo se trata de “quemar calorías con
ejercicio”, sino de saber cuáles son las que hay que quemar, pues algo que
muchas personas desconocen, es que no todo el ejercicio quema la misma energía
(kilocalorías), es decir, los ejercicios que implican una frecuencia cardíaca alta, obtendrán la energía de otras fuentes, no precisamente aquellas
kilocalorías acumuladas en el tejido adiposo.
** VÍDEO EDUCATIVO "EL BALANCE ENERGÉTICO"