Según las necesidades de los alimentos, deben
estar colocados en una zona distinta del frigorífico. Éste se utiliza para evitar
el deterioro de los alimentos, por que en ocasiones puede suponer también un
foco de contaminación.
El mayor problema es la aparición de la contaminación
cruzada, los patógenos pueden pasar de un alimento a otro y convertir la nevera
en un foco de infección que nos transmitirá enfermedades.
La clave para evitar posibles riesgos radica en
una correcta colocación de los alimentos. Debe tenerse en cuenta, además, que
no todos los alimentos son aptos para almacenar en frío.
No debemos dejarnos llevar por la comodidad y
por la optimización del espacio, sobre todo en hogares de cuatro o más
personas.
Debemos saber seleccionar los alimentos, ya que
no todos los alimentos se deterioran con igual rapidez y algunos son más perecederos que otros.
Los alimentos pueden separarse en 3 grupos:
- Carnes y pescados. Son los más perecederos. Por esta razón, deben colocarse en la zona más fría de la nevera, que suele ser la que queda por encima del cajón de las verduras. Es el punto más frío (unos 2ºC). Además, colocar estos alimentos en esta zona evita que puedan producirse goteos de sus jugos a otros alimentos.
- Lácteos y
embutidos. Deben colocarse en la parte central del frigorífico porque no
necesitan tanto frío. En esta zona se pueden colocar también los alimentos
ya cocinados, las sobras, los pasteles y aquellos productos en cuya
etiqueta figure "una vez abierto, consérvese en frío". Las
estanterías del medio suelen estar a unos 4ºC-5ºC.
- Frutas y verduras. Las bajas temperaturas, al contrario que
la carne y pescado, pueden deteriorar frutas y verduras. Por este motivo,
deben ir en los cajones.
La zona de la puerta de apertura es la parte
menos fría, la temperatura suele ser de 10ºC a 15ºC y allí se colocan los
productos que no precisan temperaturas demasiado bajas, por ejemplo las
bebidas, mostaza, salsa de tomate o mantequilla.
*Vídeo interesante para saber ordenar el Frigorífico (FEC)
No debemos olvidar que durante los meses de más
calor, debe prestarse especial atención a ciertos aspectos sobre el uso del
frigorífico:
- No colocar un exceso de comida en el
frigorífico ya que, si se llena demasiado y no hay espacio entre
alimentos, el aire de refrigeración no circula bien y la distribución de
la temperatura se puede ver afectada.
- No dejar acumular el hielo ya que el
frigorífico no funcionará bien y, además, quita espacio a los alimentos.
- Es importante descongelar el frigorífico de
vez en cuando para limpiar y eliminar restos de suciedad y malos
olores.
- Hay una gran cantidad de alimentos que no
precisan refrigeración, incluso puede dañarlos más que beneficiarlos, como
el pan.
- Deben protegerse los alimentos en el
frigorífico, colocarlos en envases cerrados y poco profundos o
envolverlos.
- No colocar comida caliente en el
frigorífico ya que podría subir la temperatura, es preferible dejarlos
enfriar un poco antes de colocarlos (nunca más de dos horas).
- Retirar del frigorífico lo primero que se introduce, los alimentos recién comprados deben colocarse detrás para así consumir los que más tiempo llevan dentro. De esta manera, se evita que la comida caduque y se deteriore.
ALIMENTOS QUE NO
QUIEREN REFRIGERACIÓN
La tendencia más
habitual que se sigue en la mayoría de los hogares españoles es colocar todos
los alimentos en el frigorífico. Se cree que, de esta manera, se contaminarán
menos y durarán más.
Muchos alimentos no
requieren su uso y además pueden acortar la vida útil del mismo.
- El tomate, el frío daña sus membranas y su pulpa se vuelve insípida, es mucho mejor mantenerlo a temperatura ambiente.
- Las frutas de origen tropical tampoco son adecuadas para mantenerse en el frigorífico, sobre todo el aguacate, que si se coloca en el frigorífico cuando aún está duro, cuando se vaya a consumir quedará su pulpa dura como una piedra.
- La piña y el plátano es preferible dejarlos fuera del frigorífico ya que la baja temperatura impide que los enzimas actúen y los frutos maduren.
- Las patatas, cebollas y ajos siempre hay que almacenarlos fuera de la nevera.