Los niños que
tienen cierto nivel de autocontrol al comer dulces, podrían tener buenas
probabilidades de mantener la obesidad a raya en la adultez, según un reciente estudio.
Investigadores
de la Universidad de Wisconsin y otros centros recogieron datos durante 3
décadas sobre más de 650 niños que inicialmente completaron un
"análisis de conducta de gratificación instantánea" cuando tenían 4
años en los años 60 y 70.
Fue entre
1968 y 1974, cuando se les dio a estos niños un dulce (una galleta o un
malvavisco).
Luego, se le dijo a cada niño que podía obtener un segundo
dulce si podía resistirse a comer el primer dulce durante un
periodo determinado, de unos 15 minutos.
El análisis
inicial de seguimiento reveló que a los niños con mejor autocontrol les iba
mejor académica y socialmente. También rendían mejor en pruebas y en términos
del manejo del estrés en su etapa adulta.
Se concluyó
que; por cada minuto que los niños pudieron retrasar la gratificación de sus
deseos del dulce se correspondía con una reducción en su IMC décadas después.