miércoles, 19 de diciembre de 2012

DECLARACIONES SALUDABLES EN LOS ALIMENTOS



La Industria Alimentaria y sus fabricantes ya no podrán utilizar declaraciones de propiedades saludables no demostradas científicamente, algo de lo que hasta ahora se ha venido abusando para promocionar alimentos.
Ahora la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), es quien debe controlar que la norma se cumpla.



La nueva norma, permite utilizar este tipo de declaraciones probadas aun cuando se hagan respecto a alimentos con alto contenido en grasa, azúcar o sal, enmascarando así un perfil nutricional desequilibrado.



Es decir, no porque se añadan vitaminas o minerales con propiedades nutricionales demostradas a un alimento demasiado rico en grasa o azúcar, éste se va a convertir en un producto saludable.

Alegaciones de Salud: lo que se puede decir... y lo que no


Europa ha publicado la lista de alegaciones prohibidas y permitidas.

La lista de declaraciones prohibidas es:



- El té verde ayuda a mantener una tensión arterial normal.
- La gelatina tiene efectos beneficiosos para el sistema inmunitario y/o la vitalidad.
- La taurina (derivado del ácido aminado que se encuentra en las bebidas energéticas), combinada con vitaminas y minerales mejora la actividad mental.

- La glucosamina contribuye al buen mantenimiento de las articulaciones.
La lista de declaraciones permitidas:




- El calcio es necesario para mantener los huesos sanos.
- El consumo reducido de grasas saturadas contribuye a mantener un nivel de colesterol normal.


- El consumo reducido de sodio permite mantener una tensión arterial normal.

- La melatonina ayuda a reducir la duración de la somnolencia.



- Los esteroles y los estanoles vegetales (utilizados en margarinas y yogures) contribuyen a mantener un nivel de colesterol normal.

 

DIETA SALUDABLE; SOLO EXISTE UNA

 
En este artículo, os resumo una interesante publicación de Angeles Carbajal, Doctora en Farmacia y Profesora Titular de Nutrición del Departamento de Nutrición, Facultad de Farmacia, Universidad Complutense de Madrid, en la que nos aclara los conceptos de la Dieta Saludable y la Nutrición Optima.

Las enfermedades crónicas multifactoriales -cardiovasculares, hipertensión, obesidad, diabetes, algunos tipos de cáncer, osteoporosis, etc.- son uno de los principales problemas de salud pública en los países desarrollados y hoy sabemos sin ninguna duda que además de los factores genéticos, ambientales y de estilo de vida, la alimentación juega un importante papel.
 
Hay un total consenso en la comunidad científica sobre el hecho de que la elección más importante que la población puede hacer para influir a medio y a largo plazo en su salud (aparte de dejar de fumar, aumentar la actividad física y evitar los accidentes de tráfico) es el consumo de una dieta saludable.
 
Pero, ¿qué entendemos actualmente por 
dieta saludable o nutrición óptima?

El primer condicionante para que la dieta sea nutricionalmente equilibrada es que estén presentes en ella la energía y todos los nutrientes necesarios y en las cantidades adecuadas y suficientes para cubrir las necesidades nutricionales de cada persona y evitar deficiencias.
 
Esto se puede obtener fácilmente eligiendo una dieta variada que incluya alimentos de diferentes grupos (cereales, frutas, hortalizas, aceites, lácteos, carnes), pues los nutrientes se encuentran distribuidos en los alimentos y pueden obtenerse a partir de muchas combinaciones de los mismos.

Pero también ha de existir un adecuado balance y moderación entre ellos.
healthy food is beautiful
Hasta hace relativamente poco tiempo, el problema más importante de muchos países era evitar las deficiencias nutricionales y prevenir las enfermedades carenciales.
 
Hoy en día, paradójicamente, el principal problema de los países desarrollados es combatir y prevenir el desarrollo de las llamadas enfermedades de la abundancia, consecuencia del excesivo o desequilibrado consumo de algunos alimentos y nutrientes.
 
Por ello, la dieta equilibrada será aquella que además de ser sana, nutritiva y palatable contribuya también a prevenir las enfermedades crónicas.

Pero el hombre no sólo come para satisfacer sus Necesidades Nutricionales y por tanto para mantener su salud; también lo hace para disfrutar, por placer y de acuerdo con sus hábitos alimentarios.
 
Normalmente, cuando elegimos un alimento en el mercado o en el restaurante estamos más atentos a su sabor, gusto, olor, aspecto, a nuestro apetito o incluso al precio, que a su valor nutritivo.
Sin embargo, desde el punto de vista nutricional, ninguno de estos factores nos asegura una buena elección.

Las dietas que mejor se adaptan a estos objetivos saludables, son aquellas que se basan principalmente en el consumo de cereales, frutas, verduras, hortalizas y leguminosas, utilizando con moderación los alimentos de origen animal.
 
Una dieta que, en conjunto, por estar basada fundamentalmente en el consumo de alimentos de origen vegetal pueda considerarse como una “dieta sostenible” o respetuosa con el medio ambiente. 

Y esta no es otra que la Dieta mediterránea tradicional, que cumple todos estos objetivos.


Así, la nutrición saludable debe plantearse como una concepción holística teniendo en cuenta todos estos aspectos.

Recordemos que el concepto clásico de “Dieta” definido por Hipócrates (460-377 aC) hace más de 2000 años, hacía referencia al “régimen general de vida teniendo en cuenta la interacción armoniosa de la alimentación, la actividad física, la higiene y también otros factores del estilo de vida.
 
Esta definición no es otra que la que actualmente empleamos para el concepto de “nutrición óptima” para conseguir un óptimo estado de salud y máxima longevidad y que integra todos estos aspectos, el ambiente y la genética.

lunes, 10 de diciembre de 2012

SI PIENSAS QUE HAS COMIDO MUCHO, TE AYUDARÁ A SENTIRTE LLENO

Según una investigación reciente de la Universidad de Bristol (Reino Unido), demuestra que las personas que creen que han comido mucho sentirán menos hambre horas después de la comida.


  • En el estudio participaron voluntarios que recibieron lo que parecía ser una porción pequeña o grande de sopa para el almuerzo, aunque manipularon la cantidad de sopa que consumieron, mediante el uso de una bomba oculta que podía volver a llenar o vaciar el plato sin que el comensal se diera cuenta.


Inmediatamente después de comer, el nivel de hambre de los voluntarios coincidía con la cantidad de sopa que habían comido, no con la cantidad que habían visto antes de comer.
  • Sin embargo, dos a tres horas después del almuerzo, los que habían visto una porción grande de sopa tenían niveles de hambre significativamente más bajos que los vieron una porción pequeña.


  • Veinte y cuatro horas después de comer la sopa, más de los voluntarios que habían visto una porción más grande de sopa pensaban que la porción consumida satisfizo su hambre.


Los hallazgos muestran que la memoria hace una contribución independiente a la sensación de saciedad después de una comida.

viernes, 7 de diciembre de 2012

EDUCACIÓN NUTRICIONAL; LA BASE PARA LLEVAR UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE



En este artículo, Teresa Valero Gaspar, Directora de Información y divulgación científica de la Fundación Española de Nutrición, nos resalta la importancia de la Educación Nutricional en cualquier etapa de la vida, y aún más en la infancia.
Desde la Antigüedad, la nutrición se ha considerado un elemento importante en el mantenimiento de la salud y en la prevención de enfermedades

Habitualmente, se piensa en la educación nutricional y en la divulgación adecuada del mensaje nutricional como una manera de prevenir posibles desequilibrios alimentarios y futuras repercusiones en la salud del individuo.

Por tanto, se debe promocionar la salud mediante el aprendizaje, adecuación y aceptación de hábitos alimentarios saludables, de acuerdo con la propia cultura alimentaria y los conocimientos en materia de nutrición que se tienen hasta el momento.


Desde una perspectiva integral del concepto de salud (hábitos saludables, patrones dietéticos y hábitos higiénicos), la promoción de un estilo de vida activo puede contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas desde edades tempranas (infancia y adolescencia).

Uno de los marcos ideales para la aplicación de programas de educación nutricional es sin duda, la etapa escolar, ya que cuanta menos edad tiene una persona, más fácil es cambiarle sus hábitos alimentarios
 
En este caso, se puede aplicar desde distintos ámbitos:

La familia es un buen lugar para ejercerla, dado que el individuo desde que nace comparte la comida con el resto de la familia y existe una relación de proximidad y afecto entre los distintos miembros de la misma.
 Los centros escolares son un entorno social fundamental para los niños y los adolescentes, y se han realizado múltiples intentos para utilizarlos en la promoción de conductas saludables en la juventud, incluyendo hábitos alimenticios saludables y la práctica de actividad física.
El comedor escolar además de brindar una oferta de alimentos seguros y nutricionalmente correctos, puede aprovecharse como instrumento educativo. En muchos casos los niños realizan el almuerzo en el comedor escolar (la mayor parte de ellos comen en el comedor escolar 5 días por semana, durante 9 meses al año).

El aula también es, por tanto, un buen lugar para fomentar los conocimientos.

El entorno social que les rodea, teniendo en cuenta la disponibilidad de alimentos, creencias religiosas y tradiciones, publicidad y medios de comunicación…
 
Además de este grupo de población, existen otros específicos en los que se debe llevar a cabo una educación nutricional como son:

  • La población en general (usando la restauración colectiva como campo de elevado impacto social incluyendo una oferta variada y saludable para las poblaciones usuarias de la misma).


  • Las mujeres durante el embarazo y la lactancia (se deben definir las pautas dietéticas correctas para asegurar un aporte de nutrientes para un crecimiento y desarrollo adecuado del feto, además de hacer hincapié en la promoción de las ventajas de la lactancia materna). 


  • Las personas de edad avanzada (pautas dietéticas para el mantenimiento de un adecuado estado nutricional que puede verse afectado por los cambios fisiológicos del envejecimiento y la situación familiar, social y económica).


  • Las personas discapacitadas (teniendo en cuenta a los miembros de su entorno –padres, cuidadores, profesores- y un equipo multidisciplinar para identificar las necesidades individuales de cada sujeto y plantear estrategias de actuación más correctas en cada caso).


  • Los individuos con determinadas patologías como diabetes mellitus, enfermedad celiaca, obesidad…etc