Los adolescentes españoles suspenden en
su alimentación y en el tiempo que dedican a la actividad física, tal y como
revelan los primeros resultados de un programa que se desarrolla en 92 escuelas
y que evidencia varias de sus asignaturas pendientes: el consumo de
fruta, verdura, lácteos y pescados.
Así lo ha constatado la primera fase de
este programa, que ha evaluado los hábitos alimentarios y de actividad física
de 2.516 alumnos de casi cien escuelas de toda España.
Los responsables del programa -la
Fundación Alicia, dedicada a investigar la alimentación, y Kraft Foods
Foundation- han realizado a los alumnos de entre 14 y 15 años un registro
alimentario durante siete días, además de una encuesta de actividad física.
Y lo que dicen los registros es que no
tienen una alimentación equilibrada:
- más del 98% de los alumnos tienen un consumo de fruta y verdura inferior a las recomendaciones (5 raciones al día).
- el 23% dice que no consumen nunca legumbres.
- el 78,4% no alcanza las recomendaciones de consumo de 2 a 3 raciones de lácteos diarios .
- el 40% consume como máximo una ración diaria de lacteos.
- el 68% no consume la cantidad de pescado recomendado.
- el 20% asegura que no come pescado en toda la semana, como tampoco los huevos.
Los registros observan un consumo
moderado de refrescos y bebidas azucaradas, bollería y pastelería en menos de
la mitad de los alumnos, pero también una ingestión de fritos que está dentro
de lo recomendable, ya que aparecen en su dieta una media de 3 veces por
semana.
- El 80% de los chavales desayuna cada día antes de acudir a la escuela.
Los alumnos de la zona sur (Andalucía
y Canarias) tienen un consumo inferior de pescado y uno superior de
refrescos, y además son los que presentan mayor tendencia a ir al colegio sin
desayunar.
Por el contrario, Cantabria,
Navarra y País Vasco presentan los índices más altos de alumnos que
desayunan antes de ir al colegio.
Los análisis muestran una falta de
actividad física generalizada y una escasa dedicación del tiempo libre a
actividades no sedentarias.
Menos de la mitad de los alumnos se
ajustan a las recomendaciones de la OMS y sólo un 30% dedican los fines de
semana a realizar actividades que conllevan una actividad física significativa,
como ir de excursión, montar en bicicleta o jugar al fútbol, baloncesto
o hacer natación.