Según una investigación reciente de la Universidad de Bristol (Reino Unido), demuestra que las personas que creen que han comido mucho sentirán menos hambre horas después de
la comida.
- En el estudio participaron voluntarios que recibieron lo que parecía ser una porción pequeña o grande de sopa para el almuerzo, aunque manipularon la cantidad de sopa que consumieron, mediante el uso de una bomba oculta que podía volver a llenar o vaciar el plato sin que el comensal se diera cuenta.
Inmediatamente
después de comer, el nivel de hambre de los voluntarios coincidía con la
cantidad de sopa que habían comido, no con la cantidad que habían visto antes
de comer.
- Sin embargo, dos a tres horas después del almuerzo, los que habían visto una porción grande de sopa tenían niveles de hambre significativamente más bajos que los vieron una porción pequeña.
- Veinte y cuatro horas después de comer la sopa, más de los voluntarios que habían visto una porción más grande de sopa pensaban que la porción consumida satisfizo su hambre.
Los hallazgos
muestran que la memoria hace una contribución independiente a la sensación de
saciedad después de una comida.