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domingo, 14 de abril de 2013

FRUTOS SECOS Y AUMENTO DE PESO CORPORAL: UN MITO ANTIGUO

Diferentes estudios, a lo largo de los últimos años han confirmado que, pese al alto aporte calórico y de grasas de nueces, almendras, avellanas y demás frutos secos, su consumo no se asocia a ganancias de peso corporal.

Así, el más reciente consenso FESNAD-SEEDO sobre prevención y tratamiento del sobrepeso y la obesidad (2011), concluyó:
"La adición de frutos secos a la dieta habitual no se asocia al aumento de peso corporal"
"El consumo moderado de frutos secos presenta ventajas para prevenir enfermedades crónicas, sin que ello comprometa el riesgo de ganancia de peso".
Dos nuevos estudios se suman a esta constatación. 
El primero es una revisión centrada en la relación entre el consumo de frutos secos y la ganancia de peso corporal. Esta investigación, aparecida en la revista “Nutrition” en el número de noviembre-diciembre de 2012, concluye que tanto los estudios epidemiológicos como los ensayos controlados disponibles apoyan que la inclusión de frutos secos en la dieta no provoca un aumento de peso, a pesar incrementar la ingesta calórica total.
Y el segundo, publicado en la revista PLoS One (2013;8(2):e57367) y cuya primera firmante es la dietista-nutricionista Núria Ibarrola-Jurado, evaluó el efecto del consumo de frutos secos en una población mediterránea de alto riesgo cardiovascular (7.210 hombres y mujeres). 
La conclusión fue que el consumo de estos alimentos se relaciona con  un menor riesgo de síndrome metabólico y diabetes, pero también con menores tasas de obesidad.
Los expertos barajan diferentes hipótesis para explicar esta constatación, como la capacidad saciante de los frutos secos o la baja disponibilidad de su energía, debido al alto contenido en fibra, entre otras.