Con los tiempos que vivimos hoy, muchas personas no encuentran
tiempo para ejercitarse.
Una de las formas de obtener los beneficios del
ejercicio sin que se vean afectados los tiempos para las tareas y el trabajo,
es realizar ejercicio en la mañana.
Levantarse una hora antes de lo habitual, tomar un desayuno
liviano y salir a ejercitarse brinda mayores beneficios que hacerlo en otra
hora del día.
1. Mejores resultados a largo plazo:
Las personas que se ejercitan en la mañana suelen ser más
consistentes en sus rutinas.
Es más fácil adoptar el hábito de practicar deporte cuando se hace en la mañana, de acuerdo a las investigaciones.
Además, es común que el ejercicio que se realiza por las tardes se vea interrumpido por otras tareas o actividades que surgen en el día y que obligan a las personas a postponerlo. El cuerpo se adapta más fácilmente a la rutina de ejercitarse en la mañana y, aunque al principio puede costar más, en unos días la adaptación se logra.
Es más fácil adoptar el hábito de practicar deporte cuando se hace en la mañana, de acuerdo a las investigaciones.
Además, es común que el ejercicio que se realiza por las tardes se vea interrumpido por otras tareas o actividades que surgen en el día y que obligan a las personas a postponerlo. El cuerpo se adapta más fácilmente a la rutina de ejercitarse en la mañana y, aunque al principio puede costar más, en unos días la adaptación se logra.
2. Aumento de los niveles de energía:
Si bien hacer ejercicio siempre trae este beneficio, la
realidad es que este efecto es mayor en la mañana.
La liberación de endorfinas permite aumentar la sensación de bienestar físico y mejorar la capacidad de concentración, el estado de alerta y la claridad mental. Esto se traduce en un mayor nivel de vitalidad que muchas veces no se asemeja al ejercicio realizado en la tarde.
Una de esas causas es la mayor ingesta de alimentos que obliga a desviar parte del flujo sanguíneo al tracto digestivo.
Cuando se realiza un desayuno liviano con jugo de fruta antes de ejercitarse en la mañana, obtenemos la energía necesaria para el ejercicio a la vez que no sobrecargamos la función digestiva. Ambas cosas son necesarias para una mayor vitalidad.
La liberación de endorfinas permite aumentar la sensación de bienestar físico y mejorar la capacidad de concentración, el estado de alerta y la claridad mental. Esto se traduce en un mayor nivel de vitalidad que muchas veces no se asemeja al ejercicio realizado en la tarde.
Una de esas causas es la mayor ingesta de alimentos que obliga a desviar parte del flujo sanguíneo al tracto digestivo.
Cuando se realiza un desayuno liviano con jugo de fruta antes de ejercitarse en la mañana, obtenemos la energía necesaria para el ejercicio a la vez que no sobrecargamos la función digestiva. Ambas cosas son necesarias para una mayor vitalidad.
3. Aumento del metabolismo basal:
Este efecto se observa especialmente a largo plazo.
Sabemos que las calorías gastadas durante el ejercicio no tienen un gran efecto sobre la pérdida de peso. Sin embargo, los cambios que el ejercicio físico produce sobre el metabolismo en forma crónica, son esenciales para quemar más grasa.
De esta manera, cuando realizamos ejercicio en la mañana en forma sostenida, nuestras células se vuelven más eficientes para obtener energía y metabolizar los nutrientes. La principal consecuencia de esto es un aumento en la capacidad y eficiencia de quemar calorías aún en reposo. Este efecto también es consecuencia del aumento de masa muscular.
Sabemos que las calorías gastadas durante el ejercicio no tienen un gran efecto sobre la pérdida de peso. Sin embargo, los cambios que el ejercicio físico produce sobre el metabolismo en forma crónica, son esenciales para quemar más grasa.
De esta manera, cuando realizamos ejercicio en la mañana en forma sostenida, nuestras células se vuelven más eficientes para obtener energía y metabolizar los nutrientes. La principal consecuencia de esto es un aumento en la capacidad y eficiencia de quemar calorías aún en reposo. Este efecto también es consecuencia del aumento de masa muscular.
4. Mejora en el ciclo sueño-vigilia:
Las personas que se ejercitan en la mañana tienen un sueño de mejor calidad, es decir, descansan mejor que aquellos que lo hacen en la tardecita o noche. Esto se debe a que el ejercicio estimula el sistema nervioso y puede volverse más difícil relajarse luego de practicar deporte.
Las personas que se ejercitan en la mañana tienen un sueño de mejor calidad, es decir, descansan mejor que aquellos que lo hacen en la tardecita o noche. Esto se debe a que el ejercicio estimula el sistema nervioso y puede volverse más difícil relajarse luego de practicar deporte.
5. Mejora de la calidad y cantidad de las ingestas:
Las personas que se ejercitan en la mañana tienen pensamientos diferentes con respecto a la comida, ya que es muy común que se piense que luego de haber hecho ejercicio no vale la pena comer de más.
Las personas son más conscientes
del esfuerzo de llevar una vida saludable y de la importancia de controlar lo
que se come.
Las personas que se ejercitan en la mañana tienen pensamientos diferentes con respecto a la comida, ya que es muy común que se piense que luego de haber hecho ejercicio no vale la pena comer de más.
Además, gracias a la movilización de grasas y su combustión, el
deseo por comer dulces disminuye.
Los estudios demuestran que las personas que
hacen ejercicios por la mañana hacen elecciones alimentarias más saludables.
Este artículo, ha sido redactado por mi amiga Ivana A. Raschia, Lic. en Nutrición en Argentina. Enhorabuena y muchas gracias amiga.
Os invito a que visitéis su reconocido e interesante portal web ContarCalorías.
Contamos tus calorías y te ayudamos a mantener un estilo de vida más saludable!