La cebada es hoy el
cuarto cereal del mundo en cuanto a producción. Su cultivo se remonta al
antiguo Egipto, y hoy ocupa 56 millones de hectáreas de suelo del planeta.
Su
uso más extendido es el malteado, un proceso que provoca la germinación de los
granos para obtener la malta, usada para fabricar cerveza y whisky.
Pero es muy
posible que de cara al futuro la producción de este cereal se oriente mucho más
al consumo humano y a la lucha contra el hambre en el mundo. Porque, según el
estudio de la bióloga Anabel Robredo, de la Universidad del País Vasco (UPV /
EHU), la cebada puede verse favorecida por el cambio climático.
Valor nutricional por cada 100 g | |
Energía 350 kcal 1470 kJ | |
Carbohidratos | 77.7 g |
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• Azúcares | 0.8 g |
• Fibra alimentaria | 15.6 g |
Grasas | 1.2 g |
Proteínas | 9.9 g |
Retinol (vit. A) | 1 μg (0%) |
Tiamina (vit. B1) | 0.191 mg (15%) |
Riboflavina (vit. B2) | 0.114 mg (8%) |
Niacina (vit. B3) | 4.604 mg (31%) |
Vitamina B6 | 0.260 mg (20%) |
Vitamina C | 0 mg (0%) |
Vitamina E | 0.02 mg (0%) |
Vitamina K | 2.2 μg (2%) |
Calcio | 29 mg (3%) |
Hierro | 2.5 mg (20%) |
Magnesio | 79.0 mg (21%) |
Fósforo | 221 mg (32%) |
Potasio | 280 mg (6%) |
Zinc | 2.1 mg (21%) |
% CDR diaria para adultos. |
Y es que, como indica el último informe del
Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, en los próximos decenios el
calentamiento global afectará a la mayor parte de los cultivos del planeta,
influyendo en su rendimiento y en la disponibilidad del agua, esencial para su
riego.
Aumentarán las sequías y la salinidad de los suelos, lo que empobrecerá
aún más ciertas regiones de la Tierra.
Pero en el caso de la cebada, que no es
extrapolable, Robredo ha comprobado que, ante una mayor cantidad de CO2 en la
atmósfera, este cereal puede desarrollar mayor resistencia frente a la falta de
agua e incrementar la actividad fotosintética y su biomasa.
Esto se debería en
gran parte a sus estomas, los orificios que las plantas tienen en las hojas
para realizar el intercambio de agua y aire.
«Cuando
el CO2 es elevado, se cierran ligeramente y retienen mayor cantidad de agua. Lejos de verse perjudicada, la cebada podrá aprovechar las
condiciones adversas para tantas otras especies y lograr un mayor crecimiento.
Resistirá las sequías y las condiciones de salinidad gracias a la optimización
de su estado hídrico y, sobre todo, al incremento de la fotosíntesis.»