Ha participado en Ceuta en las "XIX Jornadas de Entrenadores
y Día del Entrenador Ceutí" organizadas este fin de semana por la
Federación de Fútbol de Ceuta.
Los clubes están asimilando la trascendencia de la nutrición
porque cuando empecé en los años 80 "los futbolistas comían potaje con
tocino antes del partido, ya que decían que eso daba energía, pero a partir del
2000 empezó todo a cambiar".
El fútbol cada vez es más veloz, más potente y hace falta más
fuerza".
El fútbol "es como un coche que cada vez tiene
más motor pero tienes que echar gasolina y, por ello, la nutrición es esa
gasolina que cada vez debe ser más mejorada y estar más encima de lo que se
come y de la hidratación, mucho más de lo que la gente se imagina".
El doctor comenta que fue una "sorpresa" que el Sevilla
le contratara "hace casi 19 años, pero ahora los clubes están más
pendientes de este asunto, los futbolistas no cuestionan nada y se ha
convertido en una necesidad, pero todavía se puede hacer muchísimo más".
"Hay mucho camino por recorrer porque la comida es la
gasolina del futbolista y la gasolina debe ser muy específica ya que cada vez
el fútbol es más exigente y en eso estamos.
Antonio Escribano dice que la gastronomía tiene que estar
"acoplada a mejorar el rendimiento" y, aunque "parece que la
nutrición deportiva son latas de proteínas y barritas energéticas",
"en verdad es zanahoria, tomate, garbanzos, arroz, pasta, pescado ... todo
eso bien ordenado porque en la partitura de la alimentación deportiva están
todos esos componentes".
Por ello, ha lamentado que se "haya metido el negocio de las
latas y de los suplementos intentando suplantar a los alimentos, que son la
base de la alimentación humana", ya que "el deportista de élite no
necesita una alimentación química sino bien ordenada".