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miércoles, 17 de octubre de 2018

UNA DIETA SALUDABLE PODRÍA REDUCIR EL RIESGO DE DEPRESIÓN





Los efectos más definitivos sobre la incidencia de depresión se encontraron con la dieta mediterránea en un metanálisis de 41 estudios


La depresión, caracterizada por un estado de ánimo bajo, pérdida de interés o placer en la vida, y falta de sueño o apetito, afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo, lo que representa una prevalencia global del 7% para las mujeres y del 4% para los hombres.
La depresión es una de las principales causas de la carga de la enfermedad y un importante contribuyente a la discapacidad global. Según la Organización Mundial de la Salud, los trastornos depresivos y de ansiedad cuestan a la economía mundial $ 1 billón en pérdida de productividad cada año.
A pesar de los desarrollos significativos, el tratamiento convencional es efectivo solo en 1 de cada 3 casos de trastornos del estado de ánimo. Además, la afección suele ser recurrente, con una recaída aparente en el 50% de los casos.
De estos últimos, la dieta habitual se ha examinado cada vez más como un potencial predictor independiente del riesgo de enfermedad y se ha analizado la ingesta dietética de nutrientes específicos como los ácidos grasos poliinsaturados omega-3, vitaminas B, zinc y magnesio. implicado en la función cerebral.
Las vías neurológicas que pueden afectar el riesgo de depresión que puede ser modulada por la ingesta nutricional están relacionadas con la inflamación, el estrés oxidativo, la neuroplasticidad, la función mitocondrial y el microbioma intestinal.
 
                                                                    
Una dieta mediterránea tradicional, como evitar una dieta proinflamatoria se asocian con un riesgo reducido
Estos investigadores realizaron un metanálisis de 41 estudios observacionales, 20 de los cuales fueron longitudinales, para examinar si la adherencia a varias dietas saludables estaba asociada con una menor incidencia de depresión en personas generalmente sanas.
La alta adherencia a tres de las cuatro dietas estudiadas se asoció con una menor incidencia de depresión:
  1. dieta mediterránea
  2. índice de alimentación saludable
  3. índice inflamatorio dietético
La evidencia más sólida fue la alta adherencia a la dieta mediterránea y el índice inflamatorio dietético, cada uno con cuatro estudios longitudinales que muestran menores riesgos relativos de incidencia de depresión (0,67 y 0,76, respectivamente).

Nuestra revisión muestra que existe evidencia observacional que sugiere que tanto adherirse a una dieta saludable, en particular una dieta mediterránea tradicional, como evitar una dieta proinflamatoria se asocian con un riesgo reducido de síntomas depresivos o depresión clínica.

La mayoría de los estudios fueron retrospectivos y utilizaron cuestionarios de frecuencia de alimentos, ninguno de los participantes del estudio estaba clínicamente deprimido y el análisis solo examinó la prevención.
No obstante, la información podría ser relevante para los pacientes recuperados de la depresión que desean saber qué estilos de vida saludables pueden adoptar para prevenir futuros episodios depresivos. Los médicos probablemente pueden recomendar la dieta mediterránea más familiar como un enfoque simple para los esfuerzos preventivos.